miércoles, 26 de enero de 2011

Capítulo 3.

Capítulo 3
Cuando se conoce a una persona, algunas veces se tiene la extraña necesidad de seguir hablando con ella. En este caso con Diego. Y es que Celia se ha quedado hasta las nueve con él,  hablando de la universidad, de ese cliente que tartamudeaba un poco, de la señora que había perdido a su gato. Se ha quedado mirándole a los ojos, se ha sentido atraída y el tiempo se le ha pasado muy rápido. Él tiene esa mirada… tal vez no sea el chico más guapo del mundo, ni el más inteligente. Pero ella quiere conocerle, quiere tomar algo con él. Y por eso, caminan juntos por una de las calles del centro de Valencia.

-          ¿No te molesta el casco? Podrías haberlo dejado en la librería.
-          Pesa un poco, pero no te preocupes que estoy acostumbrado.
-          Eso es lo bueno del metro, no necesitas casco.
-          Pero sí estar embarazada o llevar bastón para encontrar sitio.

Ambos ríen y entran en un pequeño bar de estilo americano. ¿Cómo no se iba a quedar hasta las nueve? Diego es un chico muy divertido y espontáneo. La chica podría quedarse hablando con él todo lo que queda de noche. Una idea le viene la cabeza, ¿tendrá novia? No le ha llamado nadie al móvil y tampoco se ha referido a ninguna chica. ¿Por qué quiere saberlo? A penas le conoce y ya le ha invitado a salir. ¿Se puede considerar eso una cita? Está pensando demasiado, sonríe a Diego y le pregunta qué quiere tomar.

-          Pues… - el chico mira la pequeña carta plastificada – es la primera vez que vengo aquí, así que elige tú.
-          También es la primera vez que vengo aquí pero si quieres que elija yo, elijo yo – la joven hace una pequeña mueca y ríe.
-          Miedo me das.
-          ¿Tienes mucha hambre?
-          ¿Por qué lo dices?
-          He preguntado yo primero…¡Camarera! – le hace un gesto con la mano.
-          ¿Cómo es ese gesto? – Diego intenta imitarla, exagera un poco. – ¿eso os lo enseñan en la carrera?
-          Mira que te quedas sin cenar - la camarera se acerca.
-          Hola, buenas noches. ¿Van a cenar?
-          Hola, sí.
-          Bien, ¿Qué desean para beber?
-          Yo un vaso de coca-cola light y para él…
-          Lo mismo.
-          Vale -  la camarera rubia con aires de modelo apunta en la libreta. - ¿Y para cenar?
-          Para mí el número cinco y para él el número ocho.
-          ¿Algo más?
-          No, de momento no, gracias

La camarera se aleja con una enorme sonrisa.

-          ¿El número ocho? ¿Por qué ese?
-          No sé, hoy es día ocho – ríen – espero que te guste, lo he elegido con todo mi cariño.

Otro camarero se acerca con las bebidas. Diez minutos después, aparece con los platos. Menú infantil para él, doble hamburguesa con bacón y queso para ella. Diego se queda mirando su plato de una forma extraña.

-          No sabía que venía tu hermano pequeño a cenar.
-          ¿Por qué lo dices? No tengo hermano pequeño – Celia intenta no reírse.- ¿No te gusta lo que he elegido para ti? – la chica pone una cara triste.
-          Claro que sí, si los menús infantiles eran mis preferidos cuando tenía seis años.
-          Anda toma – la chica le cambia el plato – este es para mí, yo no tengo mucho hambre.
-          ¡Ya te vale! Eres mala, muy mala…
-          ¿Esa que es la versión pesimista de Carlos Sobera?
-          ¿Cómo? -  el chico no le ha entendido.
-          Carlos Sobera siempre dice: "eres bueno, muy bueno" mientras levanta una ceja – ella intenta imitarle sin éxito.
-          Ves mucho la televisión.
-          ¿Qué pasa? ¿Qué eso no os lo enseñan en la carrera?

La pareja cena entre bromas y silencios. Es raro que no le haya llamado su madre para preguntarle qué tal le ha ido como dependienta. Tampoco ha mirado el móvil, no sabe ni la hora que es. Cuchichean sobre la pareja de al lado.

-          Seguro que es su aniversario y al marido no se le ha ocurrido llevarla a otro sitio mejor – dice el chico.
-          ¡Oye! Que este sitio está muy bien.
-          ¿A ti te gustaría celebrar aquí un aniversario? Porque lo tienen fácil contigo.
-          Bueno, hay sitios más románticos, pero con tal de estar con él…
-          Ya, claro. Eso lo dices ahora. Cuando tengas cuarenta y pico años y lleves quince casada, seguro que te encantará ir a otro tipo de sitio.
-          Tal vez, para eso aún me queda. Además, esa pareja no parece que esté celebrando un aniversario. Más bien parece que han salido de trabajar y por no hacer la cena…
-          Igual que nosotros, entonces.
-          Tú y yo…– la joven se ruboriza ligeramente.- no somos pareja.
-          Ya, pero hemos salido de trabajar y a ti no te apetecía hacer la cena.

La chica casi no ha escuchado lo último que Diego le ha dicho. Seguro que si preguntaran a alguien de allí dirían que son novios. Sin embargo, se acaban de conocer y esa es su primera cena juntos.  ¿Hacen buena pareja? La verdad que él es el tipo de chico que podría enamorarla. Celia pide la cuenta, pagan y salen del establecimiento.

-          Muchas gracias por la cena, Celia. La próxima vez invito yo.
-          ¿Me llevarás a uno de esos sitios caros?
-          Cuando sea nuestro primer aniversario.
-          Menuda excusa – ambos ríen.- Bueno Diego, encantada de haberte conocido.
-          Lo mismo digo – se acerca a darle dos besos.- ¿te llevo a casa con la moto?
-          No te preocupes, el metro me deja en la puerta. Gracias
-          Como quieras. Hasta mañana guapa.
-          Hasta mañana, Diego.

No sabe por qué pero a Celia le ha recorrido un escalofrío cuando ha escuchado “guapa”. ¿Le parecerá realmente guapa? Seguro que ha sido un cumplido. Sonríe. Tiene la tentación de girarse. Avanza hacía el metro. “No te gires, no te gires”.No puede evitarlo,l a chica se gira y le ve alejarse con el casco en la mano derecha. Se lo ha pasado muy bien. Mira el móvil, ¡vaya! Tiene cuatro llamadas perdidas. Aprieta el botón verde. Últimas llamadas. Tres de Carol y una de su madre. Ya les llamará cuando llegue a casa. Ahora mismo está pensando en lo que le ha gustado conocer a ese chico de ojos verdes llamado Diego.

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